Lesiones principales del sistema osteomuscular y su atención primaria

LESIONES PRINCIPALES DEL SISTEMA OSTEOMUSCULAR

 Y SU ATENCIÓN PRIMARIA

¿Cuáles son las enfermedades osteomusculares más frecuentes?

Nuestro sistema locomotor está expuesto constantemente a esfuerzos que, en ocasiones, pueden ser excesivos. Por ello, es normal que a lo largo de nuestra vida vaya deteriorándose y que sus componentes (músculos, articulaciones, huesos, tendones…) vayan perdiendo sus propiedades.

Es en este momento en el que aparecen las enfermedades osteomusculares, que, si bien pueden aparecer por traumatismos repentinos o por herencia genética, suelen estar ligadas al propio proceso de envejecimiento.

A continuación presentamos los principales trastornos que puede sufrir nuestro sistema locomotor, analizando tanto sus causas como sus síntomas, así como las formas de prevención y los tratamientos asociados.


1. Tendinitis

Los tendones son tejidos que unen los músculos a los huesos. Su función es la de transmitir el movimiento desde los músculos a los huesos para permitir la locomoción, pero no deben ser ellos los que hacen fuerza. Esto es tarea de los músculos.

 

A causa de una sobrecarga de estos tendones por movimientos repetitivos realizados de forma incorrecta, es posible que se inflamen, momento en el que empezamos a hablar de tendinitis.

La tendinitis suele ocurrir en hombros, codos, muñecas, rodillas y talones y cursa con dolor. La mayoría de casos se tratan simplemente con reposo, aunque es posible que la administración de medicamentos para aliviar el dolor o acudir a sesiones de fisioterapia sea necesario.


2. Artrosis

La artrosis es una enfermedad osteomuscular muy común debida al propio envejecimiento del cuerpo. A medida que avanza la edad, los cartílagos de las articulaciones empiezan a desgastarse y a dar lugar a esta patología.



La artrosis suele aparecer a partir de los 40 años y, llegados a los 80, la práctica totalidad de la población la sufre en mayor o menor medida. La degeneración del cartílago hace que los huesos de las articulaciones rocen entre sí, algo que provoca dolor y pérdida de movilidad.

Se trata de una enfermedad crónica y el daño en el cartílago es irreversible, por lo que no existe cura. De todos modos, el tratamiento va enfocado a reducir el dolor y a intentar mejorar la movilidad. La mejor prevención es evitar el sobrepeso y realizar actividad física moderada.


3. Lumbalgia

La lumbalgia, conocida popularmente como “dolor de espalda”, es una de las enfermedades osteomusculares más comunes y, de hecho, es una de los motivos de baja laboral más frecuentes en todo el mundo.

El dolor de espalda puede aparecer debido a un traumatismo, caída o levantamiento de peso pesado, en cuyo caso se trata de una lumbalgia aguda que durará menos de dos meses. De todos modos, también puede surgir una lumbalgia crónica a causa de trastornos y degeneraciones de la columna vertebral.


En la mayoría de casos, el dolor de espalda mejora paulatinamente con reposo y cuidados en el hogar. Se recomienda la administración de analgésicos. Estar estirado en la cama no se debe hacer, pues retrasas la mejora.



4. Ciática

La ciática es un trastorno osteomuscular debido a una compresión del nervio ciático, el cual va desde la parte inferior de la espalda hasta abajo de cada pierna, pasando por las caderas y los glúteos. Esto provoca inflamación, dolor y entumecimiento de la pierna afectada.

La ciática aparece a causa de un estrechamiento del nervio ciático, cosa que suele ocurrir por distintos trastornos de la columna vertebral.

La mayoría de casos de ciática, pese a que el dolor puede ser grave, se resuelven con medicamentos a las pocas semanas. De todos modos, los casos más serios pueden requerir una intervención quirúrgica.

5. Escoliosis

La escoliosis es una enfermedad osteomuscular caracterizada por una curvatura de la columna vertebral. Este trastorno normalmente no cursa con dolor, pero sí puede provocar que la cintura y los hombros estén disparejos.

Se desconoce la causa de la mayoría de casos, aunque se sabe que suele ocurrir durante el periodo de crecimiento anterior a la pubertad. De hecho, 3 de cada 100 jóvenes sufren este problema, el cual es crónico.






La mayoría de casos son leves y no es necesario ningún tratamiento. De todos modos, existen casos graves en que la curvatura de la columna resulta incapacitante para el correcto desempeño de la persona. En este caso, es posible que sea necesaria una cirugía para reducir la curvatura de la columna.

6. Fracturas

Una fractura es una rotura de un hueso. Suelen ocurrir por caídas, traumatismos, accidentes de coche, lesiones deportivas, etc. Las fracturas provocan un dolor muy intenso, hematomas, problemas de movilidad y deformidades.


Ante una fractura, es muy importante recibir atención médica de forma inmediata. Lo más probable es que el tratamiento consista en usar un yeso o una férula, aunque si la fractura es muy grave, la cirugía puede ser necesaria y consiste en colocar placas o tornillos para mantener el hueso en su lugar.

 

 

7. Luxaciones

Una luxación es la separación de dos huesos. Es decir, no hay una rotura ósea. Los huesos se desplazan de la articulación. La más común es la que ocurre en los hombros, con el famoso “se le ha salido el hombro de sitio”.








No son tan graves como las fracturas pero también requieren intervención médica inmediata. Cuando se tratan debidamente, las luxaciones no ocasionan lesiones permanentes.



8. Hernia discal

Una hernia discal consiste en que un disco intervertebral de la columna vertebral se rompe, pinzando los nervios cercanos. Esto provoca dolor, entumecimiento y debilidad en alguna de las extremidades.

La mayoría de hernias discales son debidas al propio envejecimiento, pues los discos intervertebrales se van dañando con el tiempo. De todos modos, otra de las causas más comunes es levantar peso con una técnica inadecuada.


Tomar analgésicos alivia el dolor al cabo de unas pocas semanas. De todos modos, la mejor prevención es evitar las posiciones incorrectas a la hora de levantar objetos pesados.




9. Tortícolis

La tortícolis es básicamente dolor en la región del cuello debida a una contracción muscular prolongada de los músculos de esta zona. La tortícolis cursa con dolor y con una incapacidad mayor o menor para mover el cuello.

La causa principal es realizar un movimiento brusco o mantener una mala postura durante un tiempo prolongado, aunque también puede ser debida a la genética de la persona.



Los síntomas más comunes son dolor cervical, limitación del movimiento del cuello y rigidez. También puede observarse una postura anormal de la cabeza y, debido a la tensión muscular, dolor de cabeza.




10. Fascitis plantar

La planta de los pies tiene la función de absorber la energía que se produce cuando pisamos el suelo al andar. Sin embargo, cuando se pisa mal, es posible que obliguemos a la planta de los pies a hacer fuerza, algo para lo que no está diseñada.





Por lo tanto, es posible que esta estructura se sobrecargue y se inflame, momento en el cual hablamos de fascitis plantar. Provoca dolor en la planta de los pies, especialmente en la zona del talón. 






ATENCIÓN PRIMARIA

1.  Especial atención con las nuevas tecnologías. 

El uso continuado de móviles tabletas y ordenadores, tanto en el puesto de trabajo como en el hogar, está generando patologías incapacitantes que afectan a espalda, cuello, brazos y manos. Para evitar lesiones:
- Móvil: No apoye el teléfono sobre el hombro y evite el gesto de apoyar el cuello sobre el aparato. Cambie el teléfono de mano durante la llamada, reduzca su duración y si la conversación va ser larga, opte por un manos libres.

- Ordenadores: Vigile que el monitor está bien colocado de frente, apoye los pies en un soporte elevado y regule la silla a la altura de la pantalla de manera que los brazos estén apoyados sobre la mesa. Para finalizar adopte una postura correcta con la espalda recta. 



Videoconsolas: En el caso de que los juegos impliquen movimiento, caliente el cuerpo con estiramientos antes y después de jugar. 




2.- Cuide su postura en la oficina. 

Una buena higiene postural se convierte en la mejor prevención de uno de los trastornos crónicos más comunes, el dolor de espalda. Por eso, siéntese frente al ordenador con la espalda recta, sin tensar el cuello y con la pantalla del ordenador a la altura de los ojos. Evite cruzar piernas y pies, para evitar lumbalgias. Use una silla confortable que le permita apoyar los pies en el suelo y también puede optar por un reposapiés, que al elevar sus rodillas, relajará su zona lumbar.



3.- Las labores domésticas también requieren de una postura adecuada.

 Antes de iniciar tareas tan cotidianas como planchar, cocinar, barrer o limpiar cristales, recuerde:
-  Cuando planche hágalo con la espalda recta y descargue el peso del cuerpo sobre una y otra pierna, de forma alternativa. Para evitar dolores en la zona lumbar, ponga un pequeño escalón para apoya el pie y vaya alternándolo, mientras dure la tarea.
-  Evite problema en los hombros y muñecas, tras la limpieza de cristales y azulejos. Por eso, no eleve los brazos por encima de la cabeza y evite rotaciones inadecuadas para no cargar la espalda.
-  Para limpiar el suelo, adopte una postura adecuada. Se aconseja que tanto el cepillo para barrer como el mango del aspirador, tenga un palo largo, que evite agacharse. Flexionar las rodillas y barrer lo más cercano posible a nuestro cuerpo.
-  Al hacer la compra, no sobrecargue su cuerpo con un peso excesivo. Se aconseja el uso de un carrito frente a las bolsas.



5.- Prepárese antes de practicar deporte. 

Son muchas las personas que no calientan ni estiran la musculatura antes de realizar deporte y una vez han finalizado el ejercicio. Esto conlleva riesgos de lesión, sobrecargas y contracturas. Por eso, se recomienda calentar y estirar antes de iniciar el ejercicio, finalizarlo progresivamente y no, de forma repentina y estirar de nuevo. Preste atención a los mensajes de su cuerpo, no lo fuerce y no olvide hidratarse. 



6.- Actividades diarias que influyen en tu salud. Cada día se realizan multitud de actividades que pueden afectar a la salud. Por eso, se aconseja:

-  Evitar posiciones como estar de pie o tener la cabeza girada, durante un tiempo prolongado.
-  Así como, sentarse en asientos bajos.
-  Cuando esté sentado, repose la espalda en el respaldo de la silla.
-  No se sitúe ante corrientes de aire frío.
-  Al volante, coloque su asiento en la posición más cómoda para la conducción y descanse las horas recomendadas antes de iniciar un trayecto largo.


7.- Descanse de forma saludable. 

En momentos de descanso, cuando se mira la televisión, se lee… es preferible hacerlo en un sofá que en la cama. Ya que permite apoyar los pies en el suelo, tener una postura relajada, manteniendo glúteos y espalda apoyados en un respaldo.





















8.- Dormir bien.

 Cuando se trata de dormir, se debe elegir una postura cómoda que favorezca el descanso, evite el dolor muscular y articular junto a la sensación de que no se ha descansado. La mejor postura es dormir de lado, o boca arriba y la postura que se debe evitar, es la de dormir boca abajo.











bibliografias:

Web, R. (2014, 15 abril). 10 Consejos para evitar lesiones musculares en tu día a día - Red Asistencial Juaneda. juaneda. https://www.juaneda.es/actualidad/71/10-consejos-para-evitar-lesiones-musculares-en-tu-dia-a-dia-/

Prieto, P. B. (2021, 28 mayo). Las 10 enfermedades osteomusculares más comunes. medicoplus. https://medicoplus.com/traumatologia/enfermedades-osteomusculares




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